Doce horas

       Era el gran día y el anillo no estaba. El Museo de Mundiales de Fútbol era un escándalo, había cientos de policías pero entre todo el tumulto un hombre se destacaba. Era el policía y detective Watson. Era tranquilo y honesto y cuando se proponía resolver un caso, no paraba hasta lograrlo. Ese día tenia doce horas para atrapar al criminal, rescatar el anillo y volver al museo sin que nadie se diera cuenta y así no armar más escándalo del que ya había.

       Era tarde el detective interrogó a algunos guardias que habían estado esa noche cuando ocurrió el hecho. Dos de los interrogados parecían solo asustados, pero el tercero y último no sólo asustado, sino también hipnotizado, atónito y sorprendido; era escalofriante, estaba pálido como la nieve. Este último no contestó, sólo dijo:- sin…

       Watson se fue a su oficina y en unos minutos se puso a pensar: -sin que; sin que. Algo no tiene, cara? No puede ser eso. Y se puso a atar cabos. Los otros guardias no le vieron nada en el rostro. Entonces sin cara? Tomó la notebook y empezó a buscar, tardó mucho y sólo le quedaban siete horas. Lo que encontró fueron casos de robos de collares, pulseras y aros, en todos los casos nadie le había visto la cara al sospechoso.

    -Lo se!! – gritó con sonido enronquecedor, caso resuelto !!

       Fue hasta el edificio abandonado en las afueras de la ciudad, entró y ahí estaba: el hombre sin cara con el anillo de Maradona. Caso resuelto.

                                 

                                            Alejo Arenillas  6º B