El esqueleto
Miré hacia atrás. Saqué del bolsillo la falange y de un capirotazo, por encima del hombro, se la di de limosna.
El esqueleto me siguió por todo la plaza durante treinta minutos y en un momento paró y yo miré hacia atrás. En la vereda vi un perro caminando. Cuando se fue el perro el esqueleto me volvió a perseguir y eso me pareció extraño, entonces aproveché el poco aire que tenía y corrí hacia mi casa. Cuando llegué le cerré la puerta en la cara, con llave y me acosté a dormir .
A la mañana siguiente abrí la puerta de mi pieza y lo encontré haciendo el desayuno. Me saludó, me preguntó si se podía quedar en mi casa y yo le pregunteé por qué se quería quedar conmigo. Dijo que era un esqueleto bueno y amable y sólo quería un hogar, no me perseguía para matarme sino para decirme eso.
Si puedes quedarte el tiempo que quieras- le dije, - pero no tires tu huesos por la casa.
Lucas Straniero 6° A
4 comentarios
tobias y ezequiel -
nacho -
ariel -
ezequiel -
esta re bueno saludos eze